hijo

Cómo quien espera el mejor de los regalos, te esperamos a ti,

para que recibieras todo ese amor que no nos cabía en el pecho

y fueras un pedazo de nuestro mágico sueño.

La noticia de que por fin te tendría

era como el despuntar del día en una madrugada,

la ternura, la alegría, ese deseo inmenso

y esa expectativa que daba la ansiedad de tu llegada.

Milagro maravilloso! Dueño de todo ese misterio,

el fondo de tus ojos negros

refleja la gran dimensión de todos tus anhelos.

Tu mundo interior encierra, gran cantidad de deseos,

silencioso,  callado, dueño de tus dudas y tus miedos.

Como quisiera poder entrar dentro de ti

para llenarte de amor y de besos.

Hijo, si tu pudieras ver el interior de mi pecho

podrías conocer el amor que te tengo

con cada uno de tus años se teje tu historia,

con cada mirada exiges ver más allá de tus sueños

y aunque tu alma joven apenas comienza a recorrer el sendero,

un día sabrás que tu compañía

ha sido orgullo y motivo de toda mi vida

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