Cuantas veces se llora en la vida
porque nos dejamos impresionar
con palabras llenas de dulzura,
que se van tornando en un cariño y de repente,
tan solo percibimos la amargura, o la traición,
de esas palabras huecas con promesas de amor.
Lloraste un día dolida de puro sentimiento y remordimiento
porque entregaste en poco tiempo tu corazón!
Algo entregamos de nosotros al objeto amado
momentos impregnados de locos anhelos
donde perdemos la calma con el embeleso
de un instante pasajero.
Pero el amor, no es perenne,
solo existe en el momento en que se vive
lo demás son lagrimas que vertemos
para disipar siempre un recuerdo…
cuando nos ha deparado el destino
un triste desengaño que nos ha dejado el amor.