Me gusta mi alma. Suavecita, frágil , emotiva y blanca.
LLena de razones, llena de motivos,
a veces alegre, a veces impaciente,
pero al fin y al cabo pura y transparente.
Me gusta escribirle, sacarla a pasear, pintarle colores,
que abrace el universo y que desde su profundo anhelo
pueda extasiarse,llenarse de vida, amor y enormes deseos.
Me gusta mi alma
aún en momentos que la siento fuera de mi cuerpo,
hay momentos que se siente triste, angustiada y sola,
con un dolor inmenso que no le cabe en el pecho,
ahí es donde yo salgo a su encuentro,
para alimentarla pintarle colores y encontrar razones para aliviarla,
llenarla de fuerza y mágicos momentos.
Me gusta ahondar en sus angustias,
conocer con precisión sus sentimientos.
¡Es mi alma! yo la conozco, la percibo, la siento.
A veces se angustia, se deprime, le da miedo lo incierto.
¡Pero es fuerte! y esta siempre llena de amor, y mágicos momentos.
Le toco guitarra, la invito a un vino, le prendo una hoguera
le pongo un bolero o le escribo un verso
y una curita cuando sangra el pecho.
La invito a que piense en esas historias que en algún momento
le dieron la luz y la convencieron,
que sólo el amor, el que es verdadero,
se lleva tatuado adentro en el pecho .
Mi alma se rompe cuando hay dolor o angustia,
pero yo acudo a su alivio dándole la fuerza que ella necesita,
llora a veces, se aflige y se enferma,
se siente vacía, se siente desierta,
pero con abrazos y con un te quiero
ella vuelve y danza feliz en el cuerpo,
recobra la paz y esa energía que la hace tan fresca,
tan diáfana y llena de alegría.
Ahí estas ¡yo te siento!
Tan fuerte a veces y tan frágil como un algodón de azúcar
o como un cristal que lo rompe el viento
Tan vital, tan débil, con tantos sueños,
Que a veces parece que quisieras salirte de mi cuerpo.
¡ Eres mi alma¡ Y así tan grande, tan sublime, tan enorme
me la ha regalado el Dios de el cielo.