Paris será… siempre París. La torre Eiffel, La catedral de Notre Dame, Los campos Eliseos, El arco del Triunfo, y el barrio de Montmartre son y serán, para cualquier turista, sitios obligados de visitar.
Paris, la ciudad del amor, siempre evoca sentimientos de romanticismo, no en vano, ha sido cuna de diferentes poetas. París se convirtió en el hogar de muchos escritores y poetas , como también, ha sido escenario de numerosas novelas y películas románticas.
Muchos, como yo, podrán preguntarse que tiene de romántico una enorme torre de hierro como la torre Eiffel, pero, es una obligación para todo turista que al visitar París pose frente a ella con orgullo para tomarse una foto, sin duda alguna, es el sitio más emblemático de este bello País, y en la noche, cuando se encienden sus luces, cobra vida, para verse imponente y majestuosa.
París, ha sido una ciudad muy adelantada, siempre ha proclamado el amor, de hecho se ven muchos Cabarets como el famosísimo Moulin Rouge.
De París, me quedo con El Barrio Montmartre, me pareció un sitio auténtico, y fascinante, recorrí cada una de sus calles, y me dejé atrapar por ese ambiente bohemio, en cada uno de sus rincones encontré huellas de cada uno de los artistas que habitaron allí, pedazos de historia que se siguen tejiendo con el paso del tiempo y que siempre permanecerán entre cada calle del barrio Montmartre.
Su idioma, es encantador, sonoro y dulce, sin lugar a dudas, su sonoridad lo hace más romántico que otros, allí, en la ciudad de La Luz, muchos son los enamorados que han declarado su amor y se han comprometido. Por eso, París, siempre será, la Ciudad del amor.